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Cada año fallecen 573 hombres por cáncer de próstata y se detectan anualmente cerca de 1.456 casos. Se trata del cáncer más frecuente en hombres y el segundo como causa de muerte por cáncer en Uruguay (el primero es el de pulmón).

Ante esta situación, surge con mayor importancia el denominado “Noviembre azul”, un mes en el que se busca concientizar sobre la importancia de la prevención y la detección precoz del cáncer de próstata.

Según informó el Dr. Juan Yandian, presidente de la Sociedad Uruguaya de Urología, integrante del SAQ, la pandemia provocó que se detecten menos casos de forma precoz, algo que preocupa a los expertos, por lo cual incentivan a que se realicen los estudios correspondientes si no se practicaron en los años anteriores”.

El diagnóstico de este cáncer requiere tres pilares fundamentales: examen de sangre, ecografía o imagenología y un examen físico. De acuerdo a Yandian, dado estos años de pandemia, por los que las consultas presenciales se vieron francamente reducidas, también disminuyó la detección precoz. Por esa razón, el experto remarcó la importancia de incentivar a los hombres que no han podido ir a controlarse estos últimos años por la pandemia, que vayan a hacerse estudios. “Son sumamente importantes para la detección precoz y para que se pueda realizar un tratamiento correcto y oportuno”, aseguró Yandian.

Los años favorecen la aparición del cáncer de próstata, sobre todo a partir de los 50 años. Pero existen además factores de riesgo que hacen que quienes los presenten deban comenzar a controlarse a partir de los 45 años. Entre esos factores está la historia familiar, como ser que el padre o los hermanos tengan este cáncer o la madre o las hermanas padezcan cáncer de mama. Además, los afrodescendientes tienen mayor riesgo de desarrollar cáncer de próstata, así como ciertos pacientes obesos con algunos trastornos hormonales.

Para realizar el diagnóstico, el médico general deriva al paciente al urólogo, que es el especialista en el tema, pero también hay un porcentaje que concurre por propia voluntad al darse cuenta de que ya está en edad de consultar. Una vez en la consulta urológica el paciente es sometido a un interrogatorio en el que se valoran los factores de riesgo, síntomas y enfermedades previas. Además se le realiza el “famoso” tacto rectal, sobre el que hay tanto folklore alrededor. Es un examen fundamental ya que la próstata está en contacto con el recto, lo que permite su valoración en cuanto al tamaño, consistencia, movilidad y límites. Es un examen que lleva apenas unos segundos y no es doloroso.

Continúa con la solicitud del examen de sangre antígeno prostático específico, conocido como PSA por sus siglas en inglés. Se trata de un estudio complementario que determina la presencia de una proteína en sangre.

De acuerdo a todos estos elementos el urólogo definirá si es necesario realizar una biopsia de próstata –que es lo que confirma el diagnóstico de cáncer– o con qué frecuencia se hará el seguimiento del paciente en el futuro.

Durante todo el mes noviembre, la Sociedad Uruguaya de Urología y el Sindicato Anestésico Quirúrgico (SAQ) proponen sumarse a la campaña internacional denominada “Noviembre azul”, que apunta a unificar esfuerzos desde todos los actores de la sociedad para concientizar y prevenir el cáncer de próstata.

El “noviembre azul” tiene el papel crucial de informar al público sobre la salud masculina y sobre lo que es el cáncer de próstata para alentar a los hombres a concurrir al urólogo para prevenir esta enfermedad.

Fuente: Diario El País

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