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Ni dosis segura ni beneficios: esto es lo que dice la evidencia

15 de noviembre: Día Mundial Sin Alcohol

Desde la Comisión Honoraria para la Salud Cardiovascular destacamos esta fecha, promovida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como una oportunidad para informar y sensibilizar a la población acerca de los efectos negativos que puede tener el consumo de bebidas alcohólicas en la salud física, cardiovascular y mental, así como en el bienestar individual y social.

Aunque el alcohol es una de las sustancias más consumidas a nivel mundial y está normalizado, no existe una dosis segura ni beneficios comprobados para la salud. Independientemente del tipo de bebida, todo consumo implica riesgos. 

La ingesta de bebidas alcohólicas está causalmente vinculada a más de 200 enfermedades y lesiones, además de ser un factor que contribuye a desarrollar problemas socioeconómicos como la violencia doméstica y el desempleo.

La combinación con bebidas estimulantes (conocidas como “energizantes”) , por ejemplo, puede enmascarar los efectos de la embriaguez, haciendo que las personas no perciban su nivel real de intoxicación. Esto deriva en un consumo mayor al habitual, aumentando los riesgos de daños a la salud y accidentes.

Cada diez segundos, una persona muere por causas relacionadas con el alcohol en las Américas.

La OPS/OMS plantea en la campaña “Vive mejor, bebe menos” que el alcohol se interpone en el camino de una vida más saludable y que, simplemente reduciendo su consumo, muchos de los problemas de salud asociados pueden mitigarse.

Más información en la campaña de la OPS/OMS

¿Cómo influye el consumo de alcohol en el corazón y los vasos sanguíneos?

El alcohol es tóxico para el sistema cardiovascular: puede dañar tanto el músculo cardíaco (miocardio) como los vasos sanguíneos. Su consumo crónico debilita progresivamente el corazón y puede derivar en una miocardiopatía alcohólica, además de aumentar el riesgo de hipertensión, arritmias, alteraciones en los lípidos sanguíneos y accidentes cerebrovasculares. Se trata de un factor de riesgo conductual prevenible, vinculado a las principales enfermedades cardiovasculares como la cardiopatía hipertensiva, la fibrilación auricular y otras afecciones graves.

El consumo en Uruguay

Según la VIII Encuesta Nacional sobre Consumo de Drogas en Población General (Uruguay, 2024), que incluyó personas de entre 15 y 65 años residentes en hogares particulares de localidades urbanas de 10.000 o más habitantes, el 88,9% declaró haber consumido alguna vez una sustancia alcohólica, el 71,4% lo hizo en los últimos 12 meses y el 52,4% en los últimos 30 días.

A los equipos de salud

En el marco de este día, reconocemos el papel fundamental que desempeñan los equipos de salud en la prevención y tratamiento de los problemas relacionados con el consumo de alcohol. Las intervenciones necesarias incluyen la sensibilización en la temática, el tamizaje, las intervenciones breves, la evaluación diagnóstica, la valoración del riesgo, el asesoramiento para la derivación, el tratamiento de la abstinencia, las terapias específicas, la atención continua y el seguimiento, además del trabajo comunitario e intersectorial.

Trabajemos para acompañar procesos de cambio y construir entornos más seguros y saludables para todos y todas.

Fuente: Comisión Honoraria para la Salud Cardiovascular