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El cáncer de próstata es el tipo de cáncer más frecuente en hombres, representando casi 1 de cada 5 casos oncológicos en varones. En Uruguay se diagnostican alrededor de 1400 nuevos casos por año, habitualmente a partir de los 50 años.

Dado su alta prevalencia, es fundamental conocer los factores de riesgo, prestar atención a las señales de alarma y adoptar hábitos que contribuyan al cuidado de la salud.

Factores de riesgo

  • Edad: el riesgo aumenta después de los 50 años; hay mayor incidencia entre los 65 y 74 años.
  • Antecedentes familiares: tener un padre o hermano con la enfermedad incrementa el riesgo.
  • Genética: mutaciones en genes como BRCA1/BRCA2 o síndromes hereditarios (por ejemplo, Lynch) se asocian a formas más agresivas.
  • Origen étnico: a nivel mundial, hombres de ascendencia africana presentan mayor incidencia y mortalidad.
  • Estilo de vida: sedentarismo y malos hábitos alimenticios aumentan la probabilidad de desarrollar la enfermedad.

Señales de alerta

En etapas iniciales el cáncer de próstata puede no dar síntomas. Cuando aparecen, suelen incluir:

  • Cambios en la micción: chorro débil o entrecortado, aumento de la frecuencia (especialmente nocturna), sensación de vaciado incompleto de la vejiga.
  • Dolor o ardor al orinar.
  • Sangre en la orina o en el semen.
  • Pesadez o dolor en la zona del suelo pélvico.

Estos signos también pueden deberse a afecciones benignas (p. ej. hiperplasia prostática); aun así, consultar a un profesional de la salud es clave para un diagnóstico adecuado.

Hábitos para reducir el riesgo

  • Alimentación equilibrada: aumentá frutas, verduras y legumbres; reducí carnes rojas y grasas saturadas.
  • Actividad física: al menos 150 minutos semanales de actividad moderada (caminar rápido, trotar suave, bicicleta, etc.).
  • Mantener un peso adecuado: mejora la salud general y ayuda a disminuir riesgos.

¿Cuándo consultar?

Si presentás alguno de los síntomas mencionados, tenés antecedentes familiares o sos mayor de 50 años, consultá a un profesional. Los estudios disponibles para la evaluación incluyen la medición del PSA en sangre y el examen rectal.

Recordá: incorporar hábitos saludables y realizar controles médicos periódicos contribuye a reducir riesgos y mejorar la calidad de vida.

Fuente: Ministerio de Salud Pública